1.Espera pasar estas fases.
Negación (esto no me puede estar pasando a mi), ira (enfado conmigo y mi cuerpo), negociación (intentar acortar y predecir con exactitud el tiempo de recuperación), tristeza (desánimo, falta de implicación en la rehabilitación, bajas expectativas) y por fin aceptación. Bien, podemos comenzar a trabajar :)
2.La ignorancia nuestro peor enemigo.
Entender cual ha sido la causa y qué tiene que ocurrir en mi cuerpo para recuperar mi estado inicial, es fundamental para poder involucrarse y saber qué esperar durante el proceso de rehabilitación.
3.A grandes problemas, grandes soluciones.
Cuando nos surge un imprevisto raramente nos cruzamos de brazos esperando a que se resuelva solo. No tiene sentido ¿verdad? Bien, esto equivale a no hacer nada o reposar cuando nos lesionamos. Si no hay acción detrás de una decisión, entonces no has decidido recuperarte.
4.La actitud el mejor antiinflamatorio:
Cómo te tomes este proceso influirá de manera directa en los tiempos recuperación. No vayas contra tu cuerpo, acompáñalo y dale lo que necesita en las diferentes etapas.
5.Un nuevo comienzo.
Aprendemos a andar porque previamente hemos reptado, gateado y nos hemos caído. Cuando nos lesionamos tenemos que pasar por varios pasos previos, antes de volver al rendimiento en el que estábamos cuando tuvimos que parar.
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